domingo, 13 de agosto de 2017

"L'enfer" (1994). Claude Chabrol. "El infierno". Celos, mentiras, confianza, seguridad y enajenación. L'enfer c'est les autres (ou moi-même) - Francisco Huertas Hernández


"L'enfer" (1994). Claude Chabrol
"El infierno". Celos, mentiras, confianza, seguridad y enajenación. L'enfer c'est les autres (ou moi-même) 

Francisco Huertas Hernández




"L'enfer" (1994). Claude Chabrol
François Cluzet (Paul Prieur) et Emmanuelle Béart (Nelly)

"L'enfer" es una película asfixiante porque se desarrolla en el clausurado espacio de la mente de un hombre. Todo comienza con la felicidad de una boda en el campo. Luz, juventud y belleza (la de Emmanuelle Béart, la más bella actriz que hemos visto nunca en pantalla). Paul Prieur (François Cluzet) es el dueño de un pequeño hotel en el sur de Francia (Saint-FerréolHaute-Garonne) junto al Lago de Saint-Ferréol. Tras su matrimonio con Nelly (Emmanuelle Béart) ambos regentan el establecimiento familiar. Pero desde el comienzo aparecen el insomnio y los somníferos tras el nacimiento de su hijo. Paul, stressado, comienza por no dormir. Y se instala en él la inseguridad. Sospecha de la infidelidad de Nelly.
 El filme transcurre con un crescendo de vigilancia, persecución y acorralamiento de la bella esposa por parte de un cada vez más desquiciado Paul entregado a la bebida.


"L'enfer" (1994). Claude Chabrol
François Cluzet (Paul Prieur) et Emmanuelle Béart (Nelly)

 Las interpretaciones de Cluzet y Béart son magníficas, aunque, desde mi punto de vista, el metraje se alarga en exceso y Paul se pasa de vueltas cayendo en cierta falta de verosimilitud



"L'enfer" (1994). Claude Chabrol
François Cluzet (Paul Prieur) et Emmanuelle Béart (Nelly)

 El tema de los celos es universal y encuentra su arquetipo perfecto en el "Otelo" (The Tragedy of Othello, the Moor of Venice) (1603) de William Shakespeare. Paul y Otelo comparten poder sobre un territorio y temor a perderlo (ser engañados). Viven encerrados en una isla (Chipre, lago de Saint-Ferréol) que es una metáfora de su aislamiento mental. Sus esposas (NellyDesdemona) son jóvenes y bellas. Y existe un tercero (Martineau, Cassio) que alimenta sus fantasías masoquistas celotípicas. Esta enfermedad progresa desde dentro de manera vertiginosa destruyendo al sujeto y a los que le rodean.

"Othello" (1952). Orson Welles
Orson Welles (Othello) & Suzanne Coutier (Desdemona)

"Othello" (1965). Laurence Olivier
Laurence Olivier (Othello) & Maggie Smith (Desdemona)

 El delirio celotípico de Paul es presentado por Chabrol de modo magistral en la primera parte de la película. Prieur se transforma en un sagaz escudriñador de la vida de Nelly. La lógica inductiva le lleva a sacar conclusiones de las observaciones y seguimientos por el pueblo o el bosque junto al lago. Martineau (el cantante Marc Lavoine en su debut cinematográfico) apenas tiene diálogo en el filme. Su papel queda conformado por el delirio y la paranoia de Paul.


"L'Enfer" (1994). Claude Chabrol
Marc Lavoine (Martineau), Nathalie Cardone (Marylin) et Emmanuelle Béart (Nelly)

 El origen externo de los celos es la desconfianza en el otro. Pero ese otro (esposa) se ha convertido en uno-mismo. Lo que lleva a pensar que la desconfianza es, en realidad, inseguridad en uno mismo. La desconfianza se alimenta de la mentira. La mentira se sitúa entre el error y la maldad, o aúna ambas. ¿Cómo sabemos que algo es mentira? Normalmente contrastando las palabras del otro con lo que observamos que hace. Y si nos miente acerca de algo que no vemos, tenemos que investigar y deducir. Pero este proceso es inacabable por una razón: jamás podremos observar todos los hechos que pudieran confirmar la falsedad de sus palabras. En la película hay un bolso caro que desencadena las sospechas de Paul. El bolso vale más de lo que Nelly reconoce. Ahí va una mentira -piadosa y sin más intención-, pero ya es una mentira. Nelly toma el autobús que la conduce al pueblo. Paul la sigue en su coche. Luego Nelly camina sensual por las viejas calles de Castelnaudary comiendo un helado (icónica secuencia sexual) y dobla una calle donde está... el taller mecánico de Martineau (metáfora: la avería del coche de Paul revela su avería sexual). El espectador no sabe si Nelly se encuentra con Martineau



"L'enfer" (1994). Claude Chabrol
Emmanuelle Béart (Nelly)

 Las mentiras de Nelly existen porque hablar es una mezcla de describir, evaluar y agradar. Y no agradaría a Paul saber que se ha gastado unos miles de francos en el bolso, aunque luego confiesa que ese dinero procede de la lotería. Nuestro sufrimiento anímico procede en su mayor parte de las palabras. Incluso cuando procede de la observación se convierte en: "he visto A, y significa B, por tanto sufro porque he sido engañado". Atribuimos significado a las palabras, porque no hay hechos sino palabras que etiquetan lo que vemos y oímos. Esto está magistralmente narrado visualmente en la escena de la isla en la que desaparecen Martineau y Nelly tras hacer ella esquí acuático en el Lago.


"L'enfer" (1994). Claude Chabrol
Lac et Emmanuelle Béart (Nelly)

 La enajenación es lingüistíca. Dejamos de confiar en las palabras del otro. Sus palabras son la representación del "infierno" ("L'enfer c'est les autres" escribió Jean-Paul Sartre en la obra teatral "Huis clos", 1944). Y la mente clausurada del celoso sólo trabaja con las palabras que ya no coinciden con lo que el otro es/hace, sino con la proyección delirante de lo que el celoso exige que el otro haga para confirmar su mentira y el sufrimiento propio (L'enfer c'est moi-même). "Sans fin"


"L'enfer" (1994). Claude Chabrol
François Cluzet (Paul Prieur) et Emmanuelle Béart (Nelly)

 Henri-Georges Clouzot, el genial director de "Le salaire de la peur" (1953) y "Les diaboliques" (1955), escribió este guión y comenzó a rodarlo en 1964 con Romy Schneider (Odette) y Serge Reggiani (Marcel). Inspirada en "L'Inferno" de la "Divina Commedia" de Dante, y tomando el nombre de los personajes de "À la recherche du temps perdu" de Marcel Proust, la película sufrió todo tipo de contratiempos (enfermedad de Reggiani, ataque al corazón de Clouzot, impedimentos en el rodaje en un lago artificial).




"L'enfer" (1964). Henri-Georges Clouzot
Romy Schneider (Odette) et Jean-Claude Bercq (Martineau)

 Años más tarde Chabrol pudo realizar el proyecto. Y el resultado es una extraordinaria película en su planificación, belleza visual e interpretación. El "sans fin" del infierno recuerda lo que escribe Dante

"Dinanzi a me non fuor cose create
se non etterne, e io etterna duro.
Lasciate ogne speranza, voi ch’intrate"

"L'enfer" (1994). Claude Chabrol
Affiche français


"L'enfer"
1994
Francia
Director: Claude Chabrol
Guión: Claude Chabrol (Guión original: Henri-Georges Clouzot)
Música: Matthieu Chabrol
Fotografía: Bernard Zitzermann
Intérpretes: Emmanuelle Béart, François Cluzet, Nathalie Cardone, André Wilms, Marc Lavoine, Christine Minazzoli, Dora Doll, Mario David, Jean-Pierre Cassel
Productora: MK2 Productions / France 3 Cinema / CED Productions / Cinemanuel
Género: Drama | Celos. Drama psicológico
Sinopsis: Nelly y Paul son una pareja feliz. Mientras él dirige el bonito hotel que acaba de comprar en el campo, a orillas de un lago, ella cuida del hijo de ambos. Pero, como Nelly es muy guapa y atrae a todos los clientes del hotel, Paul, dominado por unos celos incontrolados y obsesivos, llega a creer que su mujer se acuesta con todo el mundo. (FILMAFFINITY)

2 comentarios:

ACORAZADO CINÉFILO dijo...

Esta película imperfecta, pero genial, irregular en su ritmo y narración, pero implacable en su disección psicológica, tiene además un aciago valor biográfico. Cuando yo escribía este artículo todo a mi alrededor se desmoronaba, y vendrían años de plomo: pandemia, control social, otan, belicismo, irracionalidad obsesiva, como la del film....

MARCELO dijo...

Gran director Chabrol, tiene obras memorables como esta.